Su lugar más sagrado

​

El habitáculo donde descansa el caballo debe reunir una serie de condiciones de higiene, espacio y servicios. El espacio de nuestros boxes es de 4 x 4 metros cuadrados, con una altura de 3,5 m. con puerta de hierro y madera.

Los boxes disponen de ventana abierta al exterior, bebedero automático y pesebre.

Además están comunicados entre ellos, de forma que los animales siguen viéndose. Esto supone una gran ventaja que evita que, por aburrimiento, los caballos dejen de tener interés y entren en periodos de desánimo y estrés.

 

La higiene también es un elemento clave para su bienestar, y por supuesto el cambio de cama a diario, con reposición de la viruta necesaria, la limpieza de pesebre y bebedero, y la desinfección de insectos y moscas de manera periódica durante todo el año.